jueves, 19 de enero de 2012

Capítulo 6

Para las pesadas de mis amigas, que todos los días me exigen capitulos nuevos.

Capítulo 6
Sam

El interior de la discoteca era muy… navideño. Lo había decorado todo con luces blancas y había un árbol de navidad gigantesco blanco en el medio de la pista. Las barandillas de las tres plantas, también tenían luces blancas y del techo colgaban renos, y santa Claus
La gente bailaba con vasos de la mano y a los de arriba se les veía algo ``contentillos´´.
Sonaba la canción de Domino de Jessie J.
Nos acercamos a la barra, también con decorativos navideños.
Nos atendió una chica con un vestido negro suelto y con unos tacones que aumentaban su estatura a diez veces la suya.
-¡Hola! ¿Qué os sirvo?
Jonh se adelantó.
-A mi una Coca Cola, y o te rpeocupes por el alcohol soy mayor de edad.
La camarera soltó una carcajada.
-Lo necesitas para entrar aquí, ¿y tú que vas a tomar?- Dijo la camarera mirándome.
Cuando abrí la boca para hablar llegaron María y Mel.
-Hola, chicos,¿ ya estáis pidiendo?-Dijo Mel mientras se sentaba en una butaca.
-Sí, ya ves, ponme una Coca Cola a mi también.-Dije yo muy decidido.
La camarera abrió la cámara y sacó unas botellas de Cola, las puso sobre la barra y vertió el líquido en vasos de cristal. Se acercó a nosotros y le preguntó a Jonh cuanta cantidad de alcohol quería, pero la música estaba demasiado alta y no llegué a escuchar lo que él respondía.
Mel se levantó y llamó a la camarera de nuevo.
-¡Perdona!
La camarera se acercó a ella.
-¿En esta discoteca no atienden a las chicas?
-Si, perdonadme vosotras a mí, estaba poniendo la cuenta a aquellos chicos.
-Vale ¿ nos atiendes?
-Sí, decidme ¿Qué queréis?
-Yo, otra Coca Cola. Dijo Mel muy segura, como siempre que abría la boca, parecía siempre tan segura de lo que decía.
La camarera asintió con la cabeza y miró a María.
-¿Y tú?
-Yo… quiero… un… refresco de naranja y sin alcohol.
-¡Marchando!
Abrió la cámara de la que anteriormente había sacado las Coca Colas y se quedó mirando pensativa.
Se acercó a Mel.
-Lo siento, no nos queda mas Coca cola ¿te vale Pepsi?
-Depende de si a ti te valen billetes del Monopoly.
-Pues… no pero… no nos quedan mas y…
-Venga va, ponme la Pepsi.
Aquella contestación no era muy propia de Mel, parecía cabreada.
La camarera puso las bebidas de las chicas encima de la barra y ellas las cogieron.
-¿Ya estáis todos?-Dijo María.
-¡Sí!-Gritamos todos a coro.
María miró a su alrededor.
-¿Dónde está James?
-Ligando allí mismo-Dijo Jonh señalando a una zona de la pista llena de chicas, tras varios segundos mirando, conseguimos divisar a James bailando con una chica rubia con un vestido rosa fucsia.
-Pues bien…-Dijo María en tono disgustado.
Mel seguía con la mirada perdida y con cara de espanto y de cabreo.
Nos acercamos a la pista, donde actualmente sonaba la canción Party Rock de LMFAO.
Tras muchas canciones bailadas caimos rendidos en un sofá que había en un extremo de la pista.
James vino con nosotros.
-¿Nos vamos?
Mel levantó la vista.
¿Qué hora es?
-Las seis y media.
Mel se levantó de un salto.
-¿Cómo?
-Eso, que son las seis y media.
Nos levantamos todos del sofá.
-¡Vamonos! Dijo Jonh- Necesito una cama.
Nos encaminamos hacia la puerta, y una vez fuera el frío me recorrió todo el cuerpo.
-¡Maldito frío!. Susurré yo, pero no lo demasiado bajo para que nadie me escuchara, porque Mel, lo hizo.
-Y que lo digas.
Cruzamos la calle y nos encontramos con un chico borracho que no sabía ni su nombre, le agarró el brazo a Mel.
-¡Suéltame!
Nos dimos la vuelta para mirarles.
-¡Guapa ven aquí!
-¡Que me sueltes!
Mel le pegó una patada y el la agarró mas fuerte.
No pude evitar meterme en la pelea.
-¡Déjala en paz!
Los demás se acercaron donde estaba yo.
-¡Obligadme a hacer que la suelte!
-Como quieras.
Le pegé un pueñetazo en la cara y el me le devolvió, pero la borrachera no le permitió darme fuerte.
Mel le mordió en la mano.
-¡Deja a Sam en paz, déjales en paz!
-¡Cállate!- La agarró de los pelos y la pegó una torta.
Agarré a Mel como pude del brazo y con el otro agarré el brazo del chico.
Esta vez James y Jonh se encargaron de hacer el resto.
Pero él en lugar de atacarnos a nosotros, que es lo que debería haber echo, se volvió a avalanzar sobre Mel. Yo no… no podía permitir que la hiciera daño, de modo que le eché sobre una pared y comenzé a pegarle puñetazos en la cara, Mel intentó defenderme pero ella se llevó el visto bueno.
El puño del chico aterrizo en su cabeza, la fallaron las piernas y se derribó sobre los brazos de María.

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